¿Cómo fue la guerrilla gallega en relación con otros puntos de España?
Englobaba también las comarcas limítrofes gallegoparlantes: el Bierzo, el concejo asturiano de Ivias y la zona de Sanabria. Hubo dos organizaciones, una después de otra. Esto es único. La primera surge en el Bierzo, con influencia en la zona oriental, la primera de España. Estaba muy bien organizada; algunos eran antiguos oficiales. Tenía influencia socialista pero había cenetistas y comunistas, era pluripartidista y antifranquista. Se extingue en 1946 y, ese mismo año, surge otra en A Coruña bajo el control del Partido Comunista. Ésta desaparece en 1951, cuando mueren los últimos guerrilleros. De la organización socialista sí hay gente que huye a Francia, pero de la comunista, como no les permitían los dirigentes que se fuesen porque lo consideraban una deserción, apenas hubo intentos de huida. Murieron aquí todos.
¿Cómo se organizó la represión?
Fue una lucha constante. En primer lugar, era un cometido de la Guardia Civil, pero también había unidades del ejército especialmente destacadas para combatir la guerrilla. Eso es un rasgo distintivo de Galicia. En España, una vez terminada la Guerra Civil, la lucha contra los huidos y, cuando se organizan, contra los guerrilleros, es cosa de la Guardia Civil y un poco de la Policía Armada, los Grises. En Galicia hubo unidades del ejército en la parte oriental de Lugo y Ourense y por la zona de Ortegal.
Entonces, Galicia fue muy resistente.
Sí, la guerrilla aquí fue muy resistente. Sobre todo muy duradera. Porque, aunque los guerrilleros son poca gente –en A Coruña nunca habrán sido más de 30–, hubo miles y miles de personas que les apoyaron de una forma u otra. Aunque fuese un pequeño favor, esconderles un día o pasar un mensaje, hubo miles de castigados en los Consejos de Guerra. Sin estos enlaces –muchos de ellos sin ideología, que estaban obligados o lo hacían por amor–, la cosa habría muerto en medio año.
¿Cómo funcionaban esos enlaces?
Había, por ejemplo, las cartas secretas escritas con agua de arroz o las llamadas estafetas, que tramitaban su correspondencia. Guerrilla hubo en casi todas las regiones de España, pero aquí tuvo una vida, sobre todo la del PCE, bastante bien organizada, con unas características únicas, como las bases subterráneas. Excavar bases subterráneas es único de Galicia, a pesar de las dificultades de la tierra rocosa. Hicieron hasta cinco intentos hasta que, finalmente, consiguieron construir dos en la cuenca del Eume, al sur de Soaserra, en Cabanas.
¿Destacaría algún nombre entre los guerrilleros gallegos?
Es un problema, y lo comentaré esta tarde, que la gente quiere lo romántico, lo idealizado, unos héroes sin mancha, sin tacha. Es imposible, hicieron cosas muy sangrientas, fue una guerra. Por ejemplo, Foucellas tuvo un comportamiento en los últimos años muy dudoso. Mató al menos a uno de sus compañeros bajo el pretexto de que intentara desertar, pero sus propios compañeros no lo creían. Y parece 99% cierto que filtró a la Guardia Civil el paso suyo y de otros dos guerrilleros: mataron a los otros dos y le dejaron pasar a él.
Sobre eso quería preguntarle. ¿Debemos recordarles como héroes o bandidos?
Bandidos no son, porque los guerrilleros fueron luchadores con un objetivo político: aportar su pequeña parte al derrocamiento del Régimen. Pero los socialistas ya tenían claro en el 46, cuando termina la Segunda Guerra Mundial y se vio claro que los Aliados no iban a derrocar a Franco, que ese objetivo era ilusorio. A partir de ese momento, aunque después lo hayan negado –porque yo todavía los he entrevistado antes de morir–, están pensando en la salida. Mientras, en A Coruña se persistía en que lo iban a conseguir. Otro objetivo, menos francamente declarado, era el castigo de los protagonistas de la represión en la guerra y la posguerra.
¿Cuál ha sido la historia que más le ha conmovido durante su investigación?
Hay mucho dramatismo, evidentemente, en la represión. La Guardia Civil mató familias enteras por haber cobijado guerrilleros. No son suposiciones generales, tengo los nombres, edades y lugares donde ocurrió. Cogieron gente de más de 60 años, seis personas, los pusieron contra la pared y los fusilaron. Esto en plena paz. Y se repitió una y otra vez.
En seis meses prevé terminar la edición ampliada de su libro sobre la guerrilla en Galicia. En ella se nutre del Archivo Militar de Ferrol.
Sí, hay mucha documentación allí, es muy importante. Estoy seguro de que gracias a mi libro mucha gente se va a enterar exactamente que pasó con sus familiares. Muchos descubrirán por primera vez que hubo una abuela suya, un tío que murió aquí en plena paz. Es un factor importante en esto la emigración. Se perdió la pista porque buena parte de la guerrilla se desarrolló en las zonas montañosas de Galicia, donde hoy hay muchas aldeas abandonadas